martes, 12 de junio de 2007

El jardin de los cerezos - Chejov

TROFIMOV: ¡Créame, Ania, créame! Aún no he cumplido treinta años, soy joven, todavía soy estudiante, ¡pero cuanto he sufrido ya! Tan pronto llega el invierno, me quedo hambriento, enfermo, intranquilo, soy pobre como un mendigo. ¡Adónde no me ha llevado el destino, dónde no he estado!
Con todo, mi alma siempre se ha sentido colmada de un inexplicable presentimiento, siempre, a cada instante, día y noche. Presiento la felicidad, Ania, ya la veo..."